Enfermedad de Crohn

Es una enfermedad crónica que causa inflamación e irritación en el tubo digestivo, desde la boca hasta el ano.

¿Qué es la enfermedad de Crohn?

La enfermedad de Crohn es una afectación inflamatoria de tipo crónico y autoinmune del tubo digestivo que evoluciona de modo recurrente con brotes. De causa desconocida, entre sus principales síntomas destacan el dolor abdominal, diarreas, fiebre, pérdida de peso, hemorragia rectal, etc.

Si va a hacerse una endoscopia digestiva alta no debe comer ni beber nada en las 8 horas previas al examen.

¿Cuáles son sus síntomas?

  • Los síntomas dependen de la localización anatómica y de la severidad de la inflamación.

    El síntoma fundamental de la enfermedad de Crohn es la diarrea y el dolor abdominal generalmente localizado en el lado derecho. Se puede acompañar de fiebre. Si existe algún punto con dificultad de paso se asociarían náuseas y vómitos. La afectación perineal es habitual pudiendo existir comunicación entre asas intestinales o entre intestino y otras vísceras (fístulas).

    Los síntomas más habituales son:

    • Diarrea.
    • Dolor abdominal.
    • Fiebre.
    • Afectación perineal.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la enfermedad de Crohn se realiza con la sospecha clínica y hallazgos radiológicos, endoscópicos e histológicos (biopsia) compatibles.

La analítica se altera en las fases agudas de la enfermedad con elevación de la velocidad de sedimentación (VSG y de la proteína C reactiva), aumento de las cifras de glóbulos blancos y de plaquetas.

Los estudios radiológicos (TAC , ecografía, tránsito intestinal) ponen de manifiesto las posibles complicaciones de estas entidades (abscesos, fístulas, estenosis..).

La gammagrafía con leucocitos marcados puede permitir valorar la extensión de la inflamación.

En el momento de la aparición de los síntomas, el médico debe diferenciar de otras enfermedades que pueden también cursar con brotes de diarrea, dolor abdominal con sangre y/o fiebre.

En las tres últimas décadas, ha aumentado notablemente, en los países desarrollados, el número de casos de personas que padecen algún tipo de Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Según los datos más actuales, en España unas 300 personas de cada 100.000 padecen algún tipo de EII.

En cuanto a la Enfermedad de Crohn, destacar que se ha registrado, en los últimos años, un aumento muy significativo de su incidencia en muchas áreas de España, existiendo una relación clara entre el incremento de los casos con el desarrollo económico de la zona geográfica. Se estima que en nuestro país, se dan 116,5 casos de la Enfermedad de Crohn por cada 100.000 habitantes.

La Enfermedad de Crohn suele aparecer en la juventud, entre los 15 y los 30 años, pero se observan casos nuevos a cualquier edad, incluso en niños. Y se da de igual manera en hombres que en mujeres.

Actualmente, la Enfermedad de Crohn es crónica ya que no tiene cura. No obstante, a lo largo de su vida, la persona vivirá épocas en las que tendrá síntomas (periodos de actividad o brotes), con otros periodos sin síntomas, en los que la enfermedad remitirá. La esperanza de vida es además similar a la de la población general, pero sí se da una probabilidad ligeramente superior de padecer cáncer colorrectal relacionado estrechamente con la inflamación crónica y el tiempo de enfermedad que lleve la persona. Esto no quiere decir que tener Enfermedad de Crohn pueda llevar a padecer cáncer de manera inevitable.

El objetivo del tratamiento médico es lograr que la enfermedad no esté activa por el mayor tiempo posible, mediante el control de los síntomas, la curación de las lesiones y la prevención de las complicaciones, evitando así las recaídas. Para ello, los médicos disponen en la actualidad de diferentes herramientas, siendo las más importantes los fármacos, el control de la nutrición y el tratamiento quirúrgico.

El especialista empleará dichas herramientas según cada caso, ya que cada paciente es único. Por ello, el médico decidirá el tratamiento individualizado en base al grado de actividad inflamatoria que sufre la persona con Enfermedad de Crohn, a su extensión y localización, a la evolución de la enfermedad y a las complicaciones extra intestinales que pueda padecer.

El médico decidirá en función de cada caso si es necesario operar y cuándo. Normalmente, se recurre a la opción de la cirugía cuando la Enfermedad de Crohn acarrea complicaciones, como fístulas, perforación u obstrucción intestinal, entre otras. El especialista también puede tomar la iniciativa de operar cuando el tratamiento médico no funciona y la enfermedad se agrava.

No obstante, es preciso saber que la cirugía no cura la enfermedad. Su objetivo es tratar las complicaciones, intentando salvar la mayor parte posible de intestino, disminuir los síntomas y favorecer la mejoría del paciente. Tras una operación, será necesario recibir tratamiento como medida de prevención frente a la enfermedad.

La Enfermedad de Crohn no es contagiosa. Es un error pensar que lo es, ya que no existe ninguna posibilidad de contagio. Puedes hacer una vida totalmente normal con tu familia e, igualmente, no debes limitar tu vida social porque no vas a contagiar a nadie.

El carácter crónico de una enfermedad como la de Crohn hace que cambiemos la percepción sobre nuestra salud y surjan numerosas dudas sobre cómo va a cambiar nuestra vida. Se produce entonces una reacción emocional adaptativa, caracterizada por tristeza y desesperanza, que es muy normal en cualquier paciente al que se le diagnostica una enfermedad crónica.

Las personas que han pasado por tu misma situación explican a otros enfermos que sus principales preocupaciones al inicio de la enfermedad eran la falta de energía, la sensación de pérdida de control de la enfermedad, el sentimiento de ser una carga para la pareja y la familia, el temor a no ser aceptado por no poder controlar las evacuaciones, el miedo a las repercusión en el trabajo y en el tiempo de ocio o los cambios en la imagen corporal.

No obstante, diversas investigaciones han destacado que el efecto de tener la Enfermedad de Crohn en nuestra vida no está tan relacionado con la gravedad de los síntomas como con nuestra percepción subjetiva.

Por ello, es importante que las personas con esta enfermedad reciban todo el apoyo que necesiten para hacer frente a las dificultades y a las dudas o miedos. Contar con una red de apoyo te servirá para comprender mejor tu enfermedad y sentir que tienes un mayor control de ella. 

Tu salud es lo más importante.

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