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¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA DIVERTICULOSIS DE COLON?

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Un divertículo es una evaginación o herniación de la pared de un órgano hueco conformando como un bolsillo o saco que prolapsa hacia el exterior del órgano. En el caso de los divertículos de colon se dice que son «falsos divertículos» en cuanto no presentan todas las capas de la pared intestinal sino que es el prolapso de la capa mucosa y submucosa, las más internas, entre los haces de la capa muscular (ver imágenes adjuntas).

La formación de divertículos en el colon es muy habitual en el mundo occidental, siendo más frecuentes cuanto más añosa es la población estudiada, siendo muy infrecuentes antes de los 40 años. Así, hasta el 70% de las personas de 70 o más años van a tenerlos.

Su localización más frecuente, en al menos el 80% de los pacientes, es de forma predominante en el colon sigmoide o sigma, porción del colon o intestino grueso que se encuentra por encima o proximal al recto (ver imagen adjunta).

Habitualmente se han relacionado con la dieta pobre en fibra, habitual en el mundo occidental, así como sus complicaciones, la diverticulitis, o inflamación del divertículo, y el sangrado diverticular. Si bien existen estudios contradictorios en este sentido, se va haciendo cada vez más patente que existe una combinación de factores ambientales (dieta baja en fibra, estreñimiento…) y genéticos, más marcado en casos de diverticulosis precoces en la vida.

¿Cómo se diagnostica?

Hay que diferenciar la diverticulosis asintomática de la sintomática. Habitualmente por exploraciones endoscópicas digestivas o de imagen radiológicas se pueden diagnosticar los divertículos en el contexto del estudio de un problema médico. La diverticulosis sintomática es la que se asocia con síntomas crónicos intestinales, a veces difícilmente diferenciables de un colon irritable, un episodio de diverticulitis aguda o un sangrado diverticular. En estos casos es cuando es más importante el diagnóstico:

En el contexto de un cuadro agudo intestinal de dolor en el cuadrante inferior izquierdo, con fiebre y/o cambio del ritmo intestinal, acompañado o no de emisión de sangre con las heces, que hiciera sospechar una diverticulitis aguda, no está indicado la realización de colonoscopia en cuanto podría aumentar la posibilidad de complicación o mayor gravedad de la diverticulitis. Tampoco tiene indicación la realización de un enema opaco (visualización del colon mediante introducción de contraste radiológico vía rectal). En estos casos se debe realizar una prueba de imagen, bien por ecografía abdominal o, siendo de referencia o con mayor rentabildad en nuestro medio, la tomografía computerizada o scanner.

En pacientes con cuadros crónicos de dolor abdominal y cambios del ritmo intestinal sin criterios de complicación aguda, antes citados, el diagnóstico se realiza en el contexto del estudio del dolor abdominal, bien por colonoscopia o pruebas de imagen, según considere más adecuado en su estudio su médico.

Una vez sobrepasado el cuadro agudo de diverticulitis aguda, a partir de las 6 semanas, se recomienda de forma general realizarse una colonoscopia para descartar que las alteraciones observadas no se deban a otra causa y descartar presencia de un cáncer de colon.

¿Qué tratamientos se recomiendan?

En la diverticulosis asintomática no existe indicación de ningún tratamiento dirigido, más allá de una dieta equilibrada, rica en fibra y una ingesta adecuada de líquidos para favorecer un adecuado ritmo intestinal.

Cuando existe una diverticulosis sintomática es cuando se debe intervenir con diferentes tratamientos.

En el contexto de un primer episodio de diverticulitis aguda, al diagnóstico se indicará reposo digestivo, antiinflamatorios/antipiréticos y antibióticos, si bien su indicación es clara cuando existe complicación local y parecen prescindibles en cuadros leves.

En cuadros de hemorragia digestiva baja, cuando está es grave puede estar indicado realizar una colonoscopia que si encontrara signos de sangrado en un divertículo permite realizar un tratamiento local.

En casos de cuadros crónicos o tras varios episodios de diverticulitis aguda, para su prevención, habitualmente se indican pautas periódicas de rifaximina que es un antibiótico no absorbible con acción prácticamente exclusiva a nivel intestinal.

La cirugía, resección del tramo de colon afectado, se indica únicamente en cuadros graves de diverticulitis aguda o en pacientes con recidivas frecuentes no controladas con tratamiento médico. El abordaje preferible, por menos invasivo, es el laparoscópico siempre que sea posible.

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