La celiaquía es una intolerancia permanente al gluten del trigo, la cebada, el centeno y algunos tipos de avena que se presenta en individuos genéticamente predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes.
Si eres intolerante al gluten, ten mucho cuidado con:
La manipulación no cuidadosa de los alimentos sin gluten en la cocina, el restaurante o en la fábrica de alimentos puede hacer que se contaminen con alimentos con gluten, lo que se denomina contaminación cruzada. Hay que ser meticuloso en la preparación de los alimentos sin gluten y leer siempre el etiquetado de los alimentos manufacturados.
Evita los productos a granel, los elaborados artesanalmente o que no estén etiquetados. Siempre es mejor consumir productos frescos, evitando los alimentos empanados, rellenos o con salsas y adquirir productos con garantías y que contengan la mención «sin gluten» o un logo equivalente.
Y si vives con más personas:
- Guarda los productos sin gluten en un lugar separado de los productos con gluten.
- Guardar en recipientes herméticos los envases una vez abiertos.
- No reutilices el aceite, el agua de cocción ni los caldos cuando se han elaborado en ellos productos con gluten.
- Si en la nevera hay alimentos untables, diferencia bien cuáles son para pan con gluten y otros para pan sin gluten, ya que el cuchillo con el que se hayan untado puede provocar contaminación cruzada.
Un porcentaje importante de pacientes (75%) están sin diagnosticar debido, a que, durante años, la intolerancia al gluten se ha relacionado, exclusivamente, con su forma clásica de presentación clínica.
