La infección por Helicobacter pylori es una de las infecciones humanas más prevalentes, afectando aproximadamente al 40% de la población, aunque en poblaciones con nivel socioeconómico más bajo y peores condiciones sanitarias llega a ser del 80%.
La infección se suele producir en la infancia, siendo muy poco frecuente la infección de nuevo en adultos. La infección se puede provocar vía fecal-oral o bien oral-oral.
En países desarrollados se produce habitualmente entre personas (principalmente dentro del ámbito familiar, padres-hijos o entre hermanos), pero en países en vías de desarrollo, la vía fecal-oral a través de aguas contaminadas parece ser la vía principal de infección.
Aunque la infección raramente se resuelve espontáneamente y suele persistir durante toda la vida, solo provoca síntomas en un porcentaje pequeño (10-25%) de los infectados.
Una vez que se produce la infección gástrica, se desarrolla una respuesta inflamatoria en el estómago, provocando una gastritis crónica.
A veces los síntomas no son tan intensos y solo se manifiesta como molestias gástricas y malas digestiones, lo que se conoce como dispepsia funcional, que mejora en numerosas ocasiones tratando la infección por esta bacteria.
¿Cuáles son los síntomas del Helicobacter Pylori?
La gastritis crónica o duodenitis crónica producida por la infección por la bacteria Helicobacter pylori es en la mayoría de los casos asintomática (no provoca ningún síntoma). Puede asociarse o empeorar los síntomas de dispepsia como dolor o molestia en la parte media-alta del abdomen tras las comidas, distensión abdominal y pesadez postingesta, náuseas, etc.
Las úlceras también pueden no tener síntomas; cuando los hay, los más frecuentes son:
- dolor o molestia en la parte alta y central del abdomen, bajo en esternón,
- distensión,
- saciedad precoz,
- falta de apetito,
- náuseas y vómitos,
- oscurecimiento de las heces pudiendo llegar a ser negras como el alquitrán,
- las úlceras que sangran pueden causar anemia y cansancio.
Es muy poco frecuente desarrollar cáncer gástrico por una infección por Helicobacter pylori. Sin embargo, al ser la infección por Helicobacter pylori tan común, hay que tener en cuenta dicha posibilidad, estando indicado el tratamiento erradicador para Helicobacter pylori en pacientes con familiares directos con cáncer gástrico.
Información: FEAD Fundación Española del Aparato Digestivo